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Las pupusas.

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¿Para llevar ó para comer acá? ¿De maíz o de arroz?

Cada país se define por su cultura, por su gente y, por supuesto, su gastronomía. En la época precolombina en Centroamérica se degustaba un platillo que básicamente consistía en masa de maíz cocida con carne y frijoles. Ahora en día se le conoce como «pupusa»: el plato típico de los salvadoreños.

Para los salvadoreños las pupusas son un patrimonio y un orgullo, las disfrutamos en cualquier momento del día, pero especialmente en las cenas de domingo ya que se ha vuelto toda una tradición.

En un principio eran elaboradas únicamente de masa de maíz, ya que esta es la base alimenticia de la región. En una época particular de escasez el maiz se puso tan caro que comer pupusas se volvió un lujo y pocos podían disfrutar de ellas. Debido a esto una mujer salvadoreña decidió reinventar este delicioso platillo y elaboró las famosas pupusas de arroz, desde entonces tenemos ambas opciones para disfrutar acompañadas con curtido y salsa de tomate.

Olocuilta es una ciudad ubicada en la zona paracentral del país y se ha convertido en la «capital de la pupusa de arroz» tanto así que cuenta con su propio festival, en el que se elabora la pupusa más grande de El Salvador.

Existe una extensa variedad de pupusas, de todos los ingredientes y combinaciones que se puedan imaginar, las tradicionales revueltas (frijol, chicharrón y queso), de frijol con queso, solo de frijol, de queso, queso con loroco, chicharrón con queso (mis favoritas), de pollo, de camarón, de pescado; las hay de mora, de ayote, de chipilín, de cochinilla, jalapeño, berro, pepinillo, verdolaga, hasta las menos convencionales como las de zanahoria, de papa y de hongos; y finalmente una impresionante combinación de 20 ingredientes o hasta más dentro de una denominada: la pupusa loca. Olocuilta es el destino oficial, para quienes vienen o van del país, donde pueden disfrutar de nuestro platillo típico en cualquiera de sus variedades.

Pero no solo hablemos de sus ingredientes, ¡Hablemos de tamaños! Se conocen muy bien las pupusas tradicionales y también las más grandes, que una sola puede saciar nuestro apetito, pero pocos saben que en Olocuilta existen unas pupusas pequeñitas, tan diminutas que se pueden comer de un solo bocado. Estás pueden encontrarse a un precio muy accesible, listas para comer o si quieres llevarlas no tienes que esperar tanto.

Las pupusas están a la orden del día en cualquier parte del país, en cualquier esquina, en todo municipio, ciudad, pueblo o comunidad, ya sea de maíz o de arroz, siempre será un placer disfrutar de ellas y están al alcance de todos.

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